El barrio tiene una superficie de 21 hectáreas, divididas en 257 lotes de 600 metros cuadrados en promedio. Ya desde el diseño urbanístico, con calles que nacen de una avenida principal y que terminan en rotondas, se pretendió mantener un entorno que potencie las características de la zona, poblada de quintas y otras urbanizaciones privadas. Los terrenos, además, tienen 20 metros de frente, lo que garantiza la privacidad de cada casa y aporta espacios al paisaje del lugar. En cuanto a la infraestructura, los vecinos disponen de un club house de 250 metros cuadrados, de dos plantas y estilo americano.

Además, dentro funciona una sala de recepciones de uso común. Muy cerca de allí, un sector de juegos infantiles, dos canchas de tenis y una de fútbol, completan la oferta recreativa que apunta a satisfacer las necesidades de toda la familia. Otra característica que suma un valor agregado a la propuesta del barrio está dada por sus servicios domiciliarios. El gas natural, las cloacas, agua corriente y el tendido subterráneo de electricidad son comodidades que facilitan la vida cotidiana de los que quieran cambiar el trajín urbano por la serenidad de una vida en el verde.